El cáñamo es un cultivo resistente, por lo que se cultiva con gran éxito sin necesidad de químicos ni pesticidas que dañan el medio ambiente, necesita menos agua para su producción y mejora el rendimiento del suelo.
En ropa, no es difícil notar sus ventajas. La fibra se siente suave y a la vez es bastante resistente al desgaste, es fresca y tiene excelentes propiedades aislantes, manteniendo al usuario caliente el clima frio y fresco en verano. Debido a las técnicas de cultivo y proceso, es una excelente opción para personas con sensibilidad química.
La fibra de cáñamo es tan fuerte que tiende a durar mucho tiempo, además es resistente a la humedad, al moho, tiene propiedades antibacterianas y repele los rayos ultravioleta. Es resistente a los lavados repetitivos, no necesita limpieza en seco y se vuelve más suave y cómoda con el tiempo. Por supuesto nada dura para siempre, pero cuando nuestra ropa ya no es usable, se puede deshacer por completo, dando lugar a una huella ecológica mínima durante toda su vida.